"EL PUEBLO DE LAS AGUAS" ha sido llamado Ancín en todo Tierra Estella, por la abundancia de fuentes y manantiales que afloran en su término municipal.
Proverbial es también el viejo dicho "Todo tiene su fin...menos el vino en Viana, la paja en Sesma, y el agua en Ancín" repetido en nuestra zona.
Fundamentalmente tres sistemas de manantiales corroboran lo anteriormente expuesto:
LA FUENTE DE SAN FAUSTO en el núcleo del pueblo y que tiene su propio origen legendario:
a lomos de su mula cabalgaba desde Algoaire el cuerpo sin vida de San Fausto, patrón de Ancín, quien había dado la orden expresa de ser enterrado en el mismo lugar en el que su mula diera también su ultimo suspiro. Y como esto ocurriera en Bujanda de Alava, allá mismo fue enterrado.
E incorrupto, allí es desde entonces venerado y objeto de peregrinación y romería por parte de labradores de amplia zonas de Alava y Navarra y su memoria mantenida por una cofradía de la existen referencias ya en 1558. Pero antes del llegar a su destino la sedienta mula arañó en la tierra con su casco, como escarbando, y acto seguido surgió agua a borbotones, dando así origen a la dicha fuente de San Fausto.
Quizá también nos estaba dando a entender (ella, o quien propagó la leyenda) que bajo aquel suelo se extendía el mayor y más profundo acuífero de Navarra, el Acuífero de Loquiz, origen de todos los manantíos de los alrededores.
El pueblo siempre asoció agua, lluvia, a la figura de su Patrón, labrador también, y desde entonces acude en rogativas a Bujanda una vez al año, últimamente todos los 15 de mayo.
Esta fuente principal colmaba el lavadero, y, junto con otros manantiales, formaba una laguna y humedal más amplios que lo que conocemos actualmente. Ellos dieron posiblemente el nombre a "Aincin" (así escrito aparece en todos los mapas de antes de 1800), pues 'aintzi' en el primitivo euskara del pueblo significaba precisamente 'laguna', 'estanca' y se pronunciaría como el actual 'Aintzioa', por ejemplo, en el Valle de Erro.
Otra de las fuentes del patrimonio hídrico de Ancin es la "FUENTE DEL ENCINO". Aunque el nombre solo alude a una son más de media docena de caños por los que brotan del roquedo las aguas cristalinas dando origen a un riachuelo que rinde, a su vez, al cercano Ega.
Y es de esa surgencia sobre todo donde los ancinejos bebían cuando acudían al "merendero" del pueblo.
A la sombra del enormes encinas conservadas a lo largo de los siglos, saciaban la sed y acompañaban la merienda con agua fresca (que, quizá, todavía no llegaba por las casas...), rodeados de una exuberante vegetación en un lugar que hoy día cumpliría todas las condiciones para ser declarado biotopo.
La fuente de "SERAFÍN", que nunca ha llegado a secarse, y la de BURBUDEAS ('Egurbidea' en textos de 1820), junto con las "FUENTILLAS EL MOLINO" son también dignas de mención. Gracias a estas últimas Ega no se secó aguas abajo ni en los peores estiajes.
Pero en los últimos años el seguimiento de la evolución en los caudales de todas estas fuentes, que antes nunca se secaban, nos muestra que hoy en día estarían en peligro de desaparición temporal o definitiva si siguen los ritmos de extracción de los pozos de Mancomunidad de Montejurra a medio kilómetro de todos estos sistemas.
http://www.ancin-antzin.com/index.php/es/conoce-el-municipio-es/entorno/las-fuentes#sigProGalleria154ed3ce27
Texto: Juan Iriberri
Fotos: Isaac Corres